DEJA IR EL AYER
“Al anochecer de aquel mismo día, el primero de la semana, estando los discípulos tras puertas enrejadas por miedo a los judíos, Jesús se acercó y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.” Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de gran alegría”. Juan 20: 19 – 20 AMP Cuando el Señor Jesús salió de esa tumba victorioso, llevando sobre su cuerpo glorificado las cicatrices de sus manos y sus pies, y de su costado traspasado, dejó atrás su pasado, no se acordó más de la noche oscura de su alma, las palabras a sus discípulos fueron “paz a vosotros”, no se sentó a reclamarles nada, no les echó en cara su abandono, no buscó a sus asesinos para vengarse, no tocó ese tema. El ayer para Él se había ido. No es fácil dejar ir el ayer, no es fácil perdonar a quienes nos han causado daño, pero no podemos permanecer apegados a esos recuerdos que duelen. Este mundo está roto por el pecado y por la maldad que cada día cre