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Mostrando las entradas de septiembre, 2022

GUIADOS POR SU ESPÍRITU

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Desde niña siempre fui muy disciplinada y organizada. Llevaba una agenda de todas mis labores diarias y cumplía mis propios horarios con rigor. Esto llegó a ser tan estresante con el paso de los años, que me causó mucha ansiedad y me irritaba si algo o alguien me sacaba de mi agenda y tenía que hacer algo diferente a lo ya programado para el día o la semana. Tanta era mi rigidez que la trasladé a mi relación con el Señor, a mi caminar diario con Él. Hasta que el Señor puso su dedo ahí ─ porque a Él nada se le pasa por alto ─, y comenzó a tratar esta área y sacudió mi rigidez como solo Él sabe hacerlo, con muchas circunstancias que agitan tu diario vivir. ¡Qué grandioso Dios tenemos, qué grandiosa vida hemos recibido! El Señor Jesús nunca siguió sus propias reglas ni métodos, su agenda era la agenda de Su Padre. “Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que él hace, esto

UNA OBEDIENCIA POR AMOR

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  En mis caminatas diarias con Tita, Dios me recuerda Sus caminos, aprendo a través de la experiencia aquello que Él quiere grabar en mi corazón. Por ejemplo, ayer le solté la cuerda a esta pequeña traviesa y ella quiso seguir por su lado, la llamé y le dije: ─ Si te suelto la cuerda, no es para que hagas lo que quieres, es para que me sigas. Me dio risa estar hablándole de esa manera a mi perra no racional. Sin embargo, esto me recordó por qué el Señor nos dio Su libertad en Cristo, no para que hagamos lo que queremos, sino para seguirle a Él, para oír el eco de su voz e ir por donde Él nos lleve. “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen”. Juan 10: 27 Él es nuestro Señor y ahora le pertenecemos. Nos sometemos porque lo amamos, porque Él nos amó primero y nos dio Su libertad para hacer Su voluntad. Y Su voluntad es buena, agradable y perfecta. "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.". Juan 8: 36 Como escribió Oswald Chambers: "N