EL RUGIDO DEL LEÓN
El león es mi fascinación, me impresiona su rugir de poderío y autoridad. Despedaza a su presa cuando cae ante su poderosa mandíbula. Daniel fue puesto en el foso de los leones, su circunstancia cambió de un momento a otro; el rey Darío no comió nada, se angustió y madrugó a esa fosa y lo llamó; Daniel respondió, fue librado de los leones PORQUE CREYÓ EN SU DIOS (Daniel 6: 23). Este versículo llegó muy profundo a mi ser, esta mañana pensaba en el rugir de los leones a nuestro alrededor que amenazan nuestras vidas, son tantas las circunstancias que nos rodean, son tantas las aflicciones y angustias de nuestro corazón, que parecemos estar en el foso de los leones junto con Daniel. Sin embargo, Daniel durmió tranquilo esa noche porque confió en Aquel que podía liberarlo, conocía a su Dios, mientras que el rey no durmió. Cuando conocemos a nuestro Dios podemos dormir tranquilos en medio de leones. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado. S