LAS MONTAÑAS EN NUESTRA VIDA

Las montañas son mi fascinación, el tiempo se detiene cuando las observo embelesada por su belleza. Creo que Dios tuvo una razón especial para crearlas, debe haber muchas más razones, todas las que tu mente se pueda imaginar. 

Pero, estoy convencida que no solo las creó para engalanar el majestuoso paisaje de su creación, sino también para darnos una gran lección. Subir una gran montaña se requiere de mucho esfuerzo y de ciertas habilidades, y más si son montañas escabrosas y empinadas. Y estas montañas representan las dificultades de nuestro diario vivir, las angustias en nuestra vida. 

Dios no va a quitar las montañas del paisaje de nuestra existencia, en cambio nos va a dar pies de ciervas para remontarnos a las alturas, firmes y seguros confiados en Él. Dios ama las alturas y nos dotará para escalarlas y llegar a la cima; y desde allí verlo todo desde su perspectiva. 

Dios no va a quitar nuestras dificultades; sin embargo, nos va a dar a Cristo para que a través de sus fuerzas, de su gran fortaleza, podamos enfrentarlas y salir victoriosos. 

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