DIOS TE CANTA SU CANCIÓN DE AMOR SOFONÍAS 3: 17

La época navideña y de fin de año no es fácil para muchas personas que han perdido a un ser querido y más cuando esa pérdida está fresca. 

La gente te acompaña solo por un tiempo y aunque quieran entender, ellos no comparten tu dolor, a veces no saben ni qué decir. Al principio te buscan, te llaman y luego siguen su rumbo --esa es la vida--.

Sin embargo, hay alguien que se compadece de ti y de tu tristeza, que nunca te deja, nunca se va, nunca está ocupado (ver Lucas 7: 13 - 14). Dios te acompaña en silencio y canta su canción de amor sobre ti, y envía a sus ángeles que te acompañen. 

Mi madre fue uno de ellos, ella soportó mis cambios de temperamento, mi enojo, mi tristeza, mis celos por ver a otros ser felices; estuvo ahí en el paréntesis de mi vida. Oraba, escuchaba y nunca se quejó. Ella hizo por mí, lo que yo hice por él cuando su abuelo falleció.  

Y quiero decirte que con el tiempo, entenderás que no solo se trata de ti, que aunque hay dolor por la ausencia, existe gente a tu alrededor que te quiere y te necesita, mi madre me necesitaba. 

Tuve que dejar el mundo de los muertos para estar en el de los vivos, entendí que todavía había propósito para mi vida. Tuve que aceptar que Manolo ya no sería nunca más mi amado eterno, ahora era mi hermano espiritual. Esto lo entenderás con el tiempo y con la gracia del Señor en tu vida. 

Un día me desperté y sabía que tenía que seguir adelante, aunque doliera; no de olvidar, porque nunca olvidas a los que amas, son irreemplazables, pero había que continuar, recordar desde la alegría y no solo desde el llanto.  

Tenemos el permiso de extrañar, pero no sin esperanza, como dijo Bárbara Johnson: " la esperanza es el ancla del alma". Siempre habrá una razón para seguir y Dios puede ser ese motivo para ti, su amor lo llena todo, aun el vacío más profundo. 

Si estás caminando por el sendero del dolor, de la desesperanza, de gran tristeza y de una pérdida, busca el consuelo de Jesús. Dios te escucha, te ve y te comprende porque Él también experimentó el dolor. Deja que el Señor cante su canción de amor sobre ti, calme toda tu tristeza y te dé sus fuerzas para seguir adelante.

Hasta la próxima. 

AL

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